A muchos nos hace pensar que tener programas de opinión como Pirry con críticas a veces tan fuertes contra el gobierno en las que se cuestionan sus políticas principalmente sociales, hacen un periodismo mas plural que evidencia la libertad de prensa. Sin embargo la libertad de prensa es un competo más amplio que el simple hecho de permitir o restringir ciertas opiniones.
El hecho de que cualquier periodista sienta temor por expresar su punto de vista o algún tipo de opinión, demuestra las limitaciones que se le imponen a la libertad de prensa y en especial a la libertad de expresión.
En Colombia la liberta de prensa representa 2 caras de una misma moneda: la cara legal y la cara práctica. La cara legal (por ejemplo a través de la sentencia del magistrado Germán Rodríguez sobre el programa “El mañanero” de La mega) muestra una protección al periodista y a la libertad y propiedad de prensa. Sin embargo en la práctica, esta libertad se desvanece cuando se asesinan periodistas o cuando a través de amenazas se merma la voz de estos. Esto no son atentados aislados o inherentes solo a pueblos o municipios apartados y con presencia de grupos al margen de la ley, en Bogotá existen este tipo de temores y de actividades coercitivas contra los periodistas.
Por ejemplo Pirry, uno de los cronistas con mayor influencia en la sociedad colombiana siente el temor de la censura cuando afirma en una entrevista al periódico espectador “Me da miedo meterme con algunos estamentos del poder, por que después se me vienen los intentos de censura, junto con amenazas físicas y jurídicas”.[1]
Cabe preguntarse de quien habla Pirry cuando se refiere a los “poderosos”, ¿Son los grupos armados, el gobierno o el propio canal para el que trabaja?.
Por lo tanto aunque haya críticas y alguna pluralidad de voces en nuestros medios de comunicaciones, no se puede afirmar que exista una libertad de prensa positiva en Colombia. Personalmente considero que no son solo los grupos armados y el estado los que erosionan la libertad de prensa. Es la misma sociedad cuando no exige calidad periodística y cuando no demanda pluralidad de fuentes que permita una construcción lo mas cercana posible a la realidad. Cuando se deje de lado el conformismo informativo que los sesgos ideológicos de cada medio quiere imponer se hablara de una construcción progresiva de la libertad de prensa.